Habemus Viaje

martes, 23 de agosto de 2011

Ha sido un mal año. No tanto como el pasado, pero ha sido un muy mal año. Ya sabéis porqué y yo también lo sé, y mis vecinos también lo saben.
Así que hace unos meses que decidí que necesitaba cambiar de aires, respirar, ser feliz, despreocuparme del tiempo y sentir que floto. Y todo eso, me lo ofrece un viaje. Descarté muchas opciones por distintas razones. Descarté Corea del Norte porque podía pagarlo, pero no quería pagarlo; descarté Corea del Sur porque no tenía acompañante y no me sentía fuerte para ir sola y finalmente descarté el pequeño tour por Okinawa y China porque mi idea era hacer Okinawa en coche y no tengo experiencia de carnet.

Así que hablé finalmente con mi compañera de viajes oficial y le dije: "Creo que nos merecemos volver. Yo necesito enamorarme de nuevo, necesito sentir que una parte de mi sigue viva y creo, con toda mi alma, que tenemos que volver a Japón".
Obviamente, pobrecita mía, se me puso a llorar y no hizo falta decir nada para corroborar que ella también necesitaba volver, porque había sido un mal año para ella también.

Por lo que, sí, nos volvemos a Japón. No será un viaje como el que hice a los 19, ni como el que hice a los 21. No busco las mismas cosas, no quiero vivir las mismas experiencias, pero necesito sentir que siguen ahí y que fueron reales.
Nos vamos 26 días a hacer un pequeño tour que nosotras hemos trazado a base de amor y paciencia. El tren será nuestro mejor aliada, para ser exactos el shinkansen o tren de alta velocidad, será nuestro mejor aliado.

Volvemos a Tokyo, mi gran amiga, regresaré el Monte Fuji desde otra perspectiva, visitaremos Matsushima, una de las ciudades afectadas por el tsunami del 11 de Marzo de 2011, cogeremos el shinkansen hasta Hiroshima y Nagasaki, para comprobar con mis propios ojos que un día, el mundo tembló dos veces, cogeremos el ferry hasta Miyajima y el tren para visitar Kurashiki, una pequeña Venecia en Japón, seguiremos hacia Fukuoka, para disfrutar 4 días de los mejores onsen y rotenburos de Japón en Beppu, Yufuin y Kurokawa; recularemos un poquito para pasar unos días en la zona de Kansai visitando la ciudad que vio nacer una de mis pasiones, Takarazuka, probaremos la carne de Kobe y pasearemos el por barrio chino, daremos de comer a los ciervos de Nara y los souvenirs de Kyoto y finalmente, volveremos a Tokyo para regresar a casa.

Ay, el amor, siempre lo encuentro en el mismo país.